El proyecto elegido por Medio Ambiente contempla tres plantas grandes y veinte pequeñas y afectará a 58 pueblos
El plan supondrá una inversión total de 30 millones de euros, según se decidió en una reunión en Madrid
Las obras de las tres grandes depuradoras que asumirán la limpieza de las aguas residuales que se vierten al Órbigo deben de estar en marcha durante el primer semestre del próximo año.
La licitación de este proyecto se acometerá en el último trimestre del año, de acuerdo con la decisión que ayer adoptó el Ministerio de Medio Ambiente. Las claves del desbloqueo de esta iniciativa de depuración integral de esta ribera, conceptuada para 44.000 habitantes equivalentes, se concretaron ayer en una reunión de la que fueron partícipes el secretario general del Agua, Jaime Palop, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Helena Caballero, el subdelegado del Gobierno en León, Francisco Álvarez, y el parlamentario autonómico por León, Antonio Losa.
La elección que llevará a cabo el Gobierno central, a través del ministerio de Medio Ambiente (al que corresponden las competencias concretas de este proyecto que fue declarado de interés general tras una iniciativa impulsada en 1994 por José Luis Rodríguez Zapatero) es poner en marcha tres depuradoras de gran capacidad en las localidades de Carrizo, Santa Marina y Villoria, -que resolverán los vertidos de poblaciones de 9.000, 12.000 y 14.000 habitantes- y otras veinte de menor cabida que recibirán las aguas residuales en los núcleos más pequeños diseminados a lo largo de esta zona ribereña. «No olvidamos el problema que supone una depuradora para las pequeños pueblos, sin recursos económicos para sostener su funcionamiento», explicó el procurador socialista Antonio Losa. A las 20 depuradoras de menos capacidad se las dotará de tecnologías capaces de desarrollar depuraciones blandas, como única forma de no comprometer el proyecto por falta de recursos en las entidades locales. «Esta reconsideración no afectará en modo alguno al desarrollo de la depuración integral, que puede comenzar a desarrollarse en las tres grandes depuradoras mientras se desarrollan las alternativas que harán viables las pequeñas», aclaró Losa.
Una inversión de 30 millones de euros hará posible la depuración de las aguas que se vierten al río Órbigo desde 58 pueblos leoneses, que pertenecen a 14 términos municipales entre Llamas de la Ribera y San Cristóbal de la Polantera. «No hay precedentes de una intervención similar en esta provincia ni en esta autonomía», valoró el procurador socialista, que sugirió a la Junta de Castilla y León que tomara como ejemplo la actuación que se ha definido en el Órbigo para hacerla efectiva en otros ríos.
Representantes del Gobierno y del PSOE destacan el impulso que aporta la reunión de ayer en Medio Ambiente, que acota las fechas de una actuación que pasó el estadio de información pública y periodo de alegaciones desde el pasado mes de abril. El proceso, que se somete a la valoración del impacto ambiental, contó con el compromiso expreso del presidente del Gobierno, que se refirió a esta actuación en una intervención pública en Hospital de Órbigo en el verano del 2004.
L. Urdiales / E. Prado / F. Ramos redacción
